El Sádico
Raúl Osiel Marroquín Reyes, apodado como “El Sádico”, fue encargado de asesinar a hombres homosexuales dentro de la Ciudad de México. A sus víctimas las buscaba en la Zona Rosa y tras invitarlos a salir, los llevaba a un lugar para torturarlos hasta matarlos.
Pero sus crímenes iban más allá de matar a los hombres, ya que descuartizaba los cuerpos y los restos los colocaba en maletas que tiraba en la colonia Asturias o cerca del metro Chabacano.
Fue arrestado en el 2006 y recibió 128 años en prisión como condena debido a los seis secuestros y cuatro homicidios que cometió.
Su vida anterior a los crímenes
Marroquín Reyes cursó un año de la carrera de médico militar y fue miembro del ejército mexicano durante cuatro años, con el grado de Sargento Primero, pero causó baja. Estuvo preso en Tampico durante 14 meses bajó el cargo de robo violento.
Perfil psiquiátrico
Sus crímenes tuvieron muchas similitudes a los del asesino en serie estadounidense John Wayne Gacy, siendo el móvil un poco diferente: Gacy asesinaba a sus víctimas debido a una represión de su propia homosexualidad que proyectaba hacia los demás (se sentía atraído hacia ellos, razón por la cual los culpaba de su homosexualidad). En cambio, Marroquín, a pesar de que sus crímenes también poseían marcados rasgos homoeróticos (el mismo Marroquín declaró no ser homosexual, pero su conducta denota marcados rasgos homoeróticos), se puede apreciar en él a un sociópata o psicópata dentro de un marco socio-cultural que, de una u otra forma, le dio un escaparate para su violencia contenida, dirigiéndola hacia una minoría.
Trás su detención, Marroquín declararía no ser homofóbico (aunque esta aseveración se contradiría por otras hechas por el homicida, en donde se refiere a los homosexuales como «un mal para la sociedad») que la razón principal de que fueran hombres homosexuales sus víctimas se debía a que estas personas eran más fáciles de plagiar; esta fue la declaración que hizo al ser cuestionado sobre su patrón:
Pedía el rescate a los allegados de este, independientemente, de que pagaran o no, asesinaba a su rehén por asfixia o estrangulación. Posteriormente,abandonaba los cadáveres en distintos lugares de la ciudad.
Asesinatos
Ricardo López Hernández: conoció a Marroquín el 30 de noviembre de de 2005. Éste lo mantuvo secuestrado durante 9 días en su casa, hasta el 9 de diciembre, día en que lo asesinó por estrangulación. No antés de haber cobrado $28.000 pesos mexicanos (poco más de $2,000 dólares) por su rescate.
Armando Rivas Pérez: fue secuestrado el 16 de diciembre de 2005, ese mismo día lo asesinó, tras cobrar su rescate.
Víctor Ángel Iván Gutiérrez Balderas: última víctima secuestrada; fue secuestrado el mismo día que Armando Rivas, el 16 de diciembre, lo mantuvó secuestrado 6 días. Tras cobrar un rescate de $8,300 pesos mexicanos (un poco más de $800 dólares) lo mató el 22 de diciembre.
Secuestros
José Ricardo Galindo Valdés: fue la antepenúltima víctima secuestrada de Marroquín, el 13 de diciembre de 2005. Raúl se comunicó con la madre del plagiado, ésta le imploró que no lo lastimara porque no tenía dinero para pagarle el rescate,-y quizás porque tuvo un ataque de humanidad,-el asesino lo dejó libre pero antes lo amenazó de muerte si denunciaba.
Aprehensión y condena
Fue arrestado por la PGR, el 23 de enero del 2006, en la Cd. de México, sin su cómplice Juan Enrique Madrid (arrestado en 2013). Mientras Raúl Osiel Marroquin fue condenado a 280 años de prisión, el 6 de febrero de 2010.
Posterior a su detención declaró:
«No me arrepiento de lo que hice… De tener la oportunidad lo volvería a hacer, solo que sería más cuidadoso para no ser atrapado y no cometeria los mismos errores que llevaron a mi captura… De lo único que me arrepientó es por lo que esta pasando mi familia ahora…» (Osiel Marroquín, Raúl. 2006)
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